No haber sufrido caídas ni hackeos en el último año es una señal de que tu web está bien gestionada y protegida. La estabilidad y la seguridad son aspectos fundamentales para transmitir confianza a tus visitantes y cuidar la imagen de tu marca.

Cada vez más usuarios son conscientes de los riesgos en internet. Una web que funciona sin interrupciones y está protegida contra ataques no solo mejora la experiencia del usuario, sino que también fortalece tu posicionamiento en buscadores.

Invertir en la seguridad y el buen mantenimiento de tu sitio es, en realidad, invertir en la tranquilidad de tus clientes y en el crecimiento sostenible de tu negocio. Sigue vigilando estos aspectos: la prevención siempre será tu mejor estrategia.