El diseño web de un sitio puede ser determinante para el futuro de una empresa y, sobre todo, para el proceso de captación y ampliación del negocio: puede suponer mayores ingresos, mayores ventas, mayores clientes… Desarrollar un sitio web atractivo y efectivo es necesario y beneficioso, pero no cualquier diseño puede ser bueno para tu objetivo. Conoce y comprende los tipos de diseño web que mejor se adaptan a tu compañía.
Table of Contents
Así es tu negocio, así es el tipo de diseño web que necesitas
Una de las principales funciones del diseño web es encontrar la forma más eficaz de mostrar la información de modo que los usuarios la encuentren atractiva y útil. Según se explica en el informe ‘Diseño y desarrollo web‘, realizado por Juan Pedro Barbar Soler para la Facultad de Bellas Artes San Carlos de la Universidad Politécnica de Valencia, ‘la experiencia de usuario se ha convertido en un campo de investigación, donde los diseñadores dan rienda suelta a su creatividad, experimentando con la interacción y buscando nuevas vías de comunicación’. Los diseñadores web suelen utilizar diferentes diseños según la función y el uso previsto del sitio. Vamos a pasar a verlos en detalle y a conocer cuándo es mejor usar cada uno de ellos.
Diseño fijo o estático
Generalmente son sitios en los que no hay mucha interacción y suelen emplearse para transmitir información (un portal de noticias) y en ningún caso para vender (e-commerce) u ofrecer algún tipo de servicio que se deba contratar por la web.
Diseño dinámico
Se trata de diseños más complejos en los que hay un mayor desarrollo y suponen una mayor inversión para el cliente. A diferencia de los diseños fijos o estáticos, en los dinámicos el usuario puede interactuar con la información que se encuentre en el site. Debido a la cantidad de elementos que tiene, puede tarde más en cargar. Esto puede ser una desventaja o una ventaja, ya que, por otro lado, hace que resulte más atractivo. La clave está en saber qué queremos vender o transmitir.
Diseño responsive o responsive design
Cada vez más los usuarios acceden a la información a través de distintos dispositivos móviles, de ahí que se haga obligatorio que una página tenga un diseño responsive, es decir, que pueda verse desde un ordenador, una tableta o un teléfono móvil sin importar cuál sea el tamaño de la pantalla. Con un responsive web design, el texto se ajusta y las imágenes se escalonan para que se vean sin problema. Como ya te hemos comentado en artículos anteriores, los beneficios son muchos: ayuda al posicionamiento SEO, mejora el branding corporativo, supone una experiencia positiva para el usuario que repercute en la imagen que tengan de nosotros como marca, genera una mayor viralidad de contenidos…
Diseño líquido o fluido
Se comporta de manera similar a un diseño responsive, excepto que no manipula el diseño de la página según el tamaño de la pantalla. El diseño en sí reduce o estira toda la página web para que se ajuste al tamaño de la ventana elegida, lo que puede ser útil para las páginas web que no quieren sacrificar información según el tamaño del navegador. Sin embargo, esto también puede causar que el diseño tenga un texto minúsculo o deformado cuando se ve en pantallas que son demasiado pequeñas o demasiado grandes.
Diseño adaptativo
Se puede llegar a confundir con diseño responsive, pero hay ciertas diferencias que han hecho que el responsive web design le haya ganado el terreno. Y es que el diseño responsive se adapta literalmente mientras que el diseño adaptativo genera un diseño para cada dispositivo: teléfonos móviles, tabletas, desktop… Como su propio nombre indica, ¡se adapta!
Errores de diseño web que no puede cometer un diseñador
Bien porque tú te hayas lanzado a diseñar la web de tu negocio o porque hayas contratado los servicios de una empresa especializada como somos nosotros, debes asegurarte de que no se comenten los siguientes errores a la hora de construir y diseñar tu página web:
- Utilizar diferentes fuentes y colores porque lo único que vas a conseguir es saturar tu site y agobiar al usuario.
- Agrupar toda la información. Cuando en una página web no hay espacios libres y todo está demasiado junto, lo que se transmite al visitante, sea nuevo o recurrente, es una sensación de caos absoluto.
- Tener pocas llamadas a la acción. Si tu página web versa sobre la venta de un producto es imprescindible que tu site disponga de varias llamadas a la acción y que estas estén distribuidas por las distintas categorías. Y tampoco podemos olvidarnos de los formularios de contacto.
- Generar poco o mucho contenido. Y es que ya se sabe que no hay que pecar por exceso ni por defecto. Si tu sitio web aparece demasiado ‘vacío’, muchos visitantes pensarán que no es profesional y se irán. Por otro lado, Google tiende a favorecer los sitios web que tienen una cantidad considerable de contenido.
- El logotipo no es coherente con el sitio web o está mal diseñado. Tiene que haber una sinergia entre ambos y deben transmitir lo mismo.
- Velocidad lenta del sitio. Cada vez más los usuarios quieren que todo sea ya y se ‘enfadan’ si les hacemos esperar. Además se trata de un factor que favorece el SEO.
Si estás pensando en diseñar una página web y quieres buscar asesoramiento, no dudes en contactar con otros. Contamos con un equipo profesional de diseñadores que te darán la mejor información.